¿Cómo conseguir que la piel del lenguado quede crujiente?
El lenguado al horno es una receta muy fácil de preparar, pero no todo el mundo conoce los trucos para conseguir un perfecto lenguado suave por dentro y crujiente por fuera. Como expertos en lenguado gourmet, en Solee sí que sabemos el truco y hoy te lo explicamos para que lo puedas hacer tranquilamente en casa.
Para hacer un lenguado al horno con una piel crujiente y deliciosa, lo primero que tenemos que hacer es secar muy bien el lenguado con papel de cocina. Para que la piel quede crujiente debemos eliminar la máxima cantidad de agua posible y por eso, debemos empezar presionando ligeramente el lenguado con papel de cocina.
Para conseguir un resultado óptimo, después de haber secado bien nuestro ejemplar, vamos a echarle sal por ambos lados y lo dejaremos reposar durante un rato (unos 15 o 20 minutos). Cuando vuelvas, verás que el lenguado vuelve a estar mojado porque ha expulsado parte de su agua, así que volvemos a coger papel y lo volvemos a secar concienzudamente.
Lo mejor es secar el pescado con un poco de presión y no arrastrando el papel sobre el pescado, ya que estropearemos tanto el papel como el lenguado.
A la hora de meterlo en el horno, no le daremos la vuelta al lenguado. Para un resultado extracrujiente, metemos nuestro lenguado en el horno sobre una bandeja con un poco de aceite. También podemos añadir unas rodajas de limón si nos gusta, aunque quedará más crujiente si no lo hacemos.
Una vez hecho hecho, cocinamos nuestro lenguado a una temperatura media-alta durante el tiempo que sea necesario (depende del tamaño del lenguado).
A LA HORA DE SERVIR
Para emplatar, lo haremos deprisa ya que el lenguado al horno hay que comerlo enseguida para que esté perfecto (ya que el vapor y el calor irán ablandando la piel poco a poco). Lo ponemos en una fuente sin darle la vuelta y listo para servir: ¡a disfrutar de un lenguado al horno delicioso y súper crujiente!
Imagen: OhBuoyancy! via Visual Hunt / CC BY-NC-ND
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