
¿Cómo freír correctamente el «lenguadito» frito tradicional?
El lenguado Soleé nace y se cría en San Fernando, el sur de España, donde uno de los platos más populares es el pescaíto frito. Una manera especial de freír el pescado para que quede muy crujiente por fuera y tierno y jugoso por dentro… El buen hacer de la tradición es esencial.
Para freír bien nuestros lenguados (y boquerones, chocos, pescadillas, etc.) lo primero que tenemos que hacer es limpiarlos correctamente y estirarlos sobre una superficie plana. En este caso, nosotros hemos cortado los lenguados en filetes y cuadraditos, para que sean más fácil de comer, aunque podemos hacer con el lenguado entero también, que queda perfecto.
Luego, salamos el pescado, y dejamos que repose durante unos minutos para que coja bien la sal. Luego, en un cuenco grande o en una bolsa de plástico limpia, introducimos harina especial para freír e introducimos el pescado. Lo movemos muy bien, hasta que cada lenguado o trozo de lenguado esté bien impregnado.
En una freidora con aceite de oliva virgen extra caliente (o una sartén) vamos introduciendo el pescado, para que se fría. Si vemos que es necesario, le damos la vuelta para que se haga por ambos lados. Luego, cuando esté bien dorado, lo sacamos con unas pizas y lo ponemos sobre un plato con papel absorbente para librarnos del exceso de grasa.
¡Y ya está listo para comer! Te aconsejamos que el pescaíto debe comerse enseguida, antes de que se enfríe. No debemos dejar actuar los jugos internos que ablanden la capa crujiente de fuera.
Como acompañamiento, una ensalada simple de lechuga o incluso unas patatas fritas (si no te parece demasiado frito). De todas formas, el pescaíto frito puede comerse solo sin problema porque está buenísimo.