
Bolitas rellenas de lenguado y espinacas
A veces para los más peques (y también mayores) comer pescado se puede convertir en un pequeño problema. Por eso, la opción mas inteligente en esos casos es intentar desplegar la imaginación para conseguir recetas ricas y fáciles de comer que gusten a todos: ¿Quieres intentarlo? Puedes empezar por la sugerencia que te damos hoy: unas deliciosas bolitas bicolor rellenas de lenguado y espinacas.
Además, estas bolitas las puedes preparar cuando tengas tiempo, congelarlas y freírlas directamente cuando las necesites tanto para la comida como la cena.
INGREDIENTES
350 gramos de lomos de lenguado desmenuzado
400 gramos de espinacas frescas limpias
Un diente de ajo
Un huevo pequeño
Dos huevos medianos batidos para empanar
Pan rallado
100 gramos de harina (dos cucharadas por separado)
Una cucharada de leche entera
Sal y pimienta
Aceite de oliva virgen extra
MODO DE ELABORACIÓN
Para empezar a realizar esta receta, vamos a necesitar un cuenco mediano. Dentro introduciremos el lenguado desmenuzado y salpimentaremos al gusto. Mezclamos bien y añadimos el huevo y dos cucharadas de harina. Podemos mezclar bien con las manos hasta que nos quede una pasta bien integrada e igual por todas partes.
Dejamos reposar la masa y nos ponemos a preparar las espinacas. En una sartén, vamos a poner un par de cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté caliente echaremos el ajo picadito para que se dore un poco (¡cuidado que se quema enseguida!). Una vez consigamos el punto con el ajo, vamos a añadir las espinacas y removeremos bien para que se vayan haciendo por igual.
Las espinacas van a perder mucho volumen, por lo que tenemos que esperar hasta que se hayan reblandecido, oscurecido y quedado blanditas. Luego añadiremos una cucharadita de leche entera para ligar bien todas las espinacas y dejamos a fuego medio hasta que consigamos una mezcla firme. Cuando la tengamos, la dejamos enfriar en la nevera.
Montar las bolitas es muy fácil. En un papel film, vamos a poner una capa de la mezcla de lenguado en círculo como de diez centímetros de diámetro. Luego, en el centro añadiremos un poco de la mezcla fría de espinacas y cerramos el papel film para que se quede hecha la bolita. Así lo haremos hasta que se nos gasten los ingredientes y dejaremos reposar en la nevera al menos una hora para que no se desmoronen.
Una vez haya pasado este tiempo simplemente hay que pasar cada bolita por harina, luego por huevo batido y pan rallado. Si queremos que queden extracrujientes, lo que vamos a hacer será pasarlas dos veces por el huevo y el pan rallado para una capita gruesa de empanado.
Luego en una freidora o una sartén con abundante aceite de oliva suave (o incluso de girasol si lo preferimos) vamos a freír las bolitas hasta que estén doradas por fuera. Como consejo, si vas a freír las bolitas directamente sacadas del congelador, no las frías con aceite demasiado caliente, ya que se quemarán por fuera y no conseguirás que se descongelen por dentro: necesitas hacerlo lento pero seguro. Además, así te aseguras de que no se rompan.
Simplemente, cuando saquemos las bolitas fritas del aceite, las vamos a poner sobre un papel de cocina para que absorba toda la grasa sobrante: ¡verás que buenas! No podrás resistirte a probar una antes de que lleguen a la mesa.
Photo credit: newwavegurly via Visualhunt / CC BY-NC-ND