Sopa de lenguado y marisco (fría o caliente al gusto del consumidor)
La sopa de marisco y lenguado es una sopa muy nutritiva y sana. Se puede tomar tanto caliente como fría, depende del gusto de cada uno y es perfecta como primer plato de cualquier menú que vayas a servir. ¿Te animas a prepararla?
INGREDIENTES
500 gramos de lenguado con piel y espinas
12 mejillones
250 gramos de gambas peladas
1 tomate
1 zanahoria
Medio vaso de vino
Media cebolla
Aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta
Para el sofrito necesitaremos: media cebolla, dos tomates, un puñado de almendras, tres cucharadas de nata, un diente de ajo y dos rebanadas de pan
MODO DE ELABORACIÓN
Para preparar esta sopa lo primero que tenemos que hacer es preparar el pescado, pelar las gambas y limpiar bien los mejillones quitándoles las barbas adecuadamente. El lenguado lo limpiamos quitando piel y espinas, y desmenuzando los lomos. Cuidado, no tiraremos ni las sobras del lenguado ni las cabezas y pieles de las gambas ya que las utilizaremos más adelante.
Una vez que tenemos preparado pescado y el marisco, procedemos a preparar un buen caldo: ponemos las sobras de las gambas y de los lenguados en una olla con dos litros de agua a cocer. Añadimos un poco de sal, la media cebolla entera, la zanahoria en trozos grandes y el tomate también entero. Cuando cueza y apareza espumita, con un cazo o una espumadera la vamos retirando hasta que ya no salga más.
Es hora de hacer el sofrito. Para ello, en una sartén con aceite de oliva ponemos la otra media cebolla para que se poche. Cuando esté transparente, añadimos el ajo en láminas muy finas y unos segundos después los dos tomates rallados. Dejamos durante al menos 10 minutos a fuego medio para que se cocine bien.
En otra sartén, freímos las rebanadas de pan y las almendras y las añadimos a un vaso de batidora junto a refrito y las tres cucharadas de nata. Batimos muy bien.
Una vez que el caldo de pescado esté hecho, lo colamos muy bien y le añadimos el refrito para que se integre bien. Luego, añadimos el pescado y las gambas y cocemos durante cinco minutos para que se hagan.
A parte, con medio vaso de vino y medio de agua, abrimos los mejillones al vapor y una vez que estén abiertos, los servimos con la sopa.
Se trata de una sopa exquisita, que aunque no es difícil de hacer, requiere muchos pasos y un poco de paciencia… ¡pero merece la pena!
Imagen: Emily | Flickr
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