El lenguado, ¿con piel o sin piel?
Cuando vamos a cocinar un manjar como son los deliciosos lenguados, en muchas ocasiones se viene a la cabeza una pregunta: ¿debo cocinar los lenguados con piel o sin piel? En general, la piel del lenguado se puede comer sin ningún problema, y según algunos gourmets, ésta tiene un sabor profundo e interesante, como el del caviar de esturión. De esta manera, se encuentran opiniones de todo tipo: desde quitar la piel para cualquier receta, hasta proclamar que es una aberración el hacerlo.
¿Entonces cómo hago mis recetas de lenguado?
La cuestión es que dependiendo de quién vaya a comer el pescado o de cómo se vaya a preparar, la piel debe dejarse o no. Por ejemplo, si vamos a freír el lenguado al estilo pescaíto frito del sur, lo mejor es dejar la piel. De esta manera el lenguado queda más entero y perfecto y, además, la piel cruje y queda buenísimo. El punto está en que quitemos las escamas bien para que no nos molesten al comer.
Si por otro lado, lo que vamos a preparar va a ser unos rollitos de lenguado o algún tipo de pastel de pescado o lasaña, lo mejor es quitar la piel por dos razones: para que sea mucho más fácil de comer y porque la presentación nos quedará mucho más elegante.
Dependiendo del comensal, también el lenguado cambia: si vamos a preparar purés para bebé o estamos introduciendo el pescado a nuestros hijos, lo mejor es limpiar el lenguado completamente sin dejar escamas o piel de ningún tipo. Con los lomos de lenguado limpios no correremos ningún peligro de indigestión o de difilcultad al comer.
Si bien es cierto, la piel del lenguado es tierna y no tiene ningún problema para ser ingerida por personas mayores, por lo que no hay necesidad de quitar la piel si no queremos hacerlo. Por eso, Soleé Gourmet te proporciona el lenguado tal y como te guste, ya sea entero, pelado, en filetes o como quieras. Es cuestión de elegir.
Al final, entre fogones, lo que siempre prima es el gusto personal y la naturaleza de aquello que estamos cocinando. No hay una verdad aboluta. Y si no, siempre encontraremos aquel dicho de «en la variedad está el gusto». ¿Y tú, cómo tomas el lenguado?
Imagen: Flickr | Eye Dropper
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