Soleé en los Medios de Comunicación: «La riqueza de la ganadería del mar»
Hace unos días, la actividad de cría de lenguado Soleé Gourmet fue motivo de noticia por uno de los periódicos más prestigiosos de la provincia de Cádiz: La Voz. Añadimos las palabras de la escritora del artículo, Belén Mata, a nuestro blog, aunque el artículo original puede consultarse haciendo clic aquí.
En los últimos años, la acuicultura se ha convertido en una auténtica ganadería del mar, un sector en alza que mueve cada vez más empleo, más riqueza. A diferencia de la pesca, ésta se centra en el cultivo de peces. Participa en el proceso de creación para aumentar la producción. Y nadie mejor que Cupimar (Cultivos Piscícolas Marinos) para mostrar una carrera meteórica en torno a esta producción acuícola. Con presencia en las localidades gaditanas de San Fernando y Puerto Real, la empresa sigue avanzando en el sector con grandes apuestas y con una mirada fija a la exportación.
Cupimar es una sociedad que desde sus comienzos, en los años 80, apostó por la producción industrial de alevines de doradas y lubinas. Fue en el año 2011 cuando arriesgó con una nueva apuesta que le hizo, incluso, adaptar sus instalaciones para aumentar su mercado y centrarse de lleno en la producción de los lenguados.
En estos momentos, la salina de San José del Palmar, en el término municipal de Puerto Real, cuenta con un criadero exclusivo y adaptado para engordar las 450 toneladas de lenguados que producen al año. Gracias a su completo equipamiento y a su impecable labor se ha convertido en un auténtico referente del sector.
La empresa, que aspira a presentar el próximo año un proyecto para ampliar sus instalaciones de lenguado, aprovechó la visita del delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, José Manuel Miranda, para dar a conocer su proyecto más innovador, el cultivo integral (reproducción, cría y engorde) del lenguado en estanques en tierra, una iniciativa que supone todo un hito pionero en Europa y que ya permite a esta empresa a producir 450 toneladas al año de esta especie.
Por su parte, Eloísa Millán, bióloga y directora de Cupimar, ha asegurado que «queremos llegar más lejos y ampliar el próximo año para ser número uno en lenguado no sólo de Cádiz sino a nivel nacional porque es un producto de alta calidad que gusta mucho».
Al hilo de todo ello, el director de producción, ha explicado que para llegar a cumplir el objetivo de la empresa y alcanzar las 450 toneladas que están produciendo desde las instalaciones de Puerto Real, «necesitamos producir un millón y medio de peces». Porque, a su juicio, el ciclo completo no sólo es la reproducción, sino también el apoyo de la innovación y el desarrollo en una apuesta importante que tiene una base muy importante en la genética.
Como un verdadero ciclo de vida, Elisa explica el proceso de reproducción de los lenguados que la empresa produce. Para todo el proceso cuentan con dos instalaciones distintas, la del criadero, que se ubica en la Salina de San Juan Bautista, de San Fernando, donde se llevan a cabo las primeras fases y la salina de San José del Palmar, donde finaliza el ciclo con las fases de cría y engorde.
La reproducción, con un símil muy parecido al humano, se lleva a cabo con un óvulo y un espermatozoide dentro de unos tanques por flotación y en unas cestillas, son transportados hasta la sala de incubación para que nazca el pez. Una vez en la sala, se depositan los tanques con agua con todos los huevos que son viables, que son los que han pasado una prueba previa de preselección, en la que se introducen en una salmuera para observar la viabilidad de los mismos y si flota sigue adelante. En cambio, el que no es válido se hunde.
De la incubación a la alimentación
La siguiente fase consiste en dejar de comer alimentos vivos para comer alimentos inertes como el pienso y se produce cuando ya tiene unos cien días de edad. Después pasarían a alevinaje donde se les hace otra selección de calidad, «separamos por tamaño y medimos la calidad, si tiene alguna deformación lo descartamos, normalmente permanecen un 30%», ha asegurado Millán, a lo que le ha sumado la importancia del I+D y la mejora genética, «porque cuanto más alevines de calidad, menos se perderán».Una vez que nace la incubación, se recogen y se pasan a otros tanques mayores donde se hace el cultivo larvario que se prolonga durante unos 30 días. Cabe resaltar que los lenguados están siempre en oscuridad, la luz sólo les llega unas horas durante la alimentación.
Los primeros días, como aún no tienen la boca desarrollada, llevan un saco viterino y se alimentan de las reservas nutricionales que tienen. Cuando la boca se ha formado, comen del mismo modo que la dorada y la lubina, con rotíferos y artemia, que son alimentos vivos que Cupimar cría en sus instalaciones con microalgas.
En el momento en que los lenguados pesan de 8 ó 10 gramos son trasladados a las instalaciones de Puerto Real o a la otra planta de engorde que tiene la empresa en Galicia. Posteriormente, en el momento en el que alcanzan los 30 gramos, entran en la planta de engorde donde son alimentados como si estuvieran en su hábitat, sin alterar su tranquilidad. Comer y crecer. El tiempo de duración de esta fase suele estar en torno a unos 14 o 15 meses, según el tamaño que se quiera obtener. En este sentido, Eloísa Millán, asegura que «estamos sacando unos 350 ó 400 gramos, que es la talla que más demandan los consumidores».
Finalmente, desde Cupimar han detallado que el 62 % de las ventas actuales lo compone el mercado nacional y en torno al 13% va hacia Alemania y Portugal, además de resaltar el acercamiento con los Emiratos Árabes y EEUU.
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